Sofás y sillones 2 cuerpos: ¿a juego o no?
Los sofás y los sillones 2 cuerpos son los elementos básicos de cualquier salón: sus formas, colores y texturas mantienen unido todo el espacio. Pero, ¿deben ir a juego o contrastar? No hay una regla rígida, pero lo que elijas tendrá un impacto en el resto de la habitación. Esto es lo que debes pensar antes de tomar una decisión importante sobre la tapicería…
Mira tu habitación como un todo
A la hora de planificar los colores, los estampados y las telas de una habitación, nos inclinamos naturalmente por las cosas que combinan. Sin embargo, las habitaciones en las que todo combina demasiado a menudo resultan unidimensionales y un poco planas. Es importante tener al menos un tono o un estampado que contraste y dé vida a la habitación.
Antes de decidirse por una tapicería, piense en qué parte de la habitación quiere que sea la más llamativa. Por ejemplo, si quiere utilizar un papel pintado llamativo, o si va a exponer muchas obras de arte (como en la casa blanca y gris que presenta nuestras sillas Madeleine y Olivia, en la foto), puede que quiera mantener toda la tapicería igual para evitar que haya demasiadas cosas.
Si prefieres una dosis menor de estampado, elegir un acento en un sofá o sillones 2 cuerpos son una buena forma de añadir interés visual. Funciona mejor cuando un tema de color une estampados y lisos, como en este salón amueblado con nuestros sofás Olivia y George y la silla ocasional Madeleine.
El lino floral verde salvia de uno de los sofás (nuestro diseño Emma) combina muy bien con el terciopelo Isla, de un verde más intenso, y juntos aportan suficiente color, estampado y textura para realzar un espacio que de otro modo sería neutro.
Decide la cantidad de color y estampado a la que estás dispuesto a comprometerte
La elección de la tapicería es una decisión importante porque, en la práctica, es poco probable que quiera cambiarla durante mucho tiempo.
Sin embargo, elegir un mueble grande para revestirlo con un color o un estampado que contraste no tiene por qué ser excesivo. Hay que tener confianza, pero el resultado puede ser una combinación de colores sencilla y agradable.
Por ejemplo, nuestro sofá Lottie de terciopelo azul marino da a este salón blanco uno de sus dos temas fuertes (el otro son los apliques en forma de rama y los tallos a juego en el jarrón).
El sillón Matilda en gris aporta un toque más ligero -si tanto el sofá como el sillón fueran azules, parecería demasiado pesado-, pero los cojines de color verde azulado dan unidad a toda la disposición de los asientos.
Ten en cuenta los demás textiles de la habitación
En general, cuanto más fuerte sea el contraste entre el sofá y las butacas, más sutiles deberán ser los accesorios como cojines, mantas y alfombras. No querrás que todo hable fuerte al mismo tiempo.
Si eres el tipo de persona a la que le gusta cambiar cosas como los cojines y las mantas con regularidad para refrescar la habitación, puede ser más fácil optar por una tapicería lisa en todo el espacio. Así tendrás más libertad para reinventar tu combinación de colores añadiendo nuevos acentos.
Las cortinas son otro elemento importante. Si tu sofá y tu sillón contrastan, selecciona un aspecto de su diseño como foco de atención para las ventanas: fíjate en cómo las cortinas de color avena de la sala de estar mostrada tonifican con el estampado de lino Emma de un sofá.
Parece ligero y fresco, pero si combinaran con el terciopelo verde, el efecto sería mucho más acogedor. Esto puede ser útil para pensar en el cambio de cortinas para el invierno o el verano.
Otra opción para añadir un contraste a tu habitación es con un reposapiés. Al igual que los sillones 2 cuerpos y las sillas auxiliares, son una forma fácil de introducir un motivo o un color sin que sea una presencia grande y dominante.
Por ejemplo, el reposapiés Arthur en mostaza de la sala de estar que aparece en la imagen, levanta un esquema neutro con un acento audaz (fíjate en cómo se hace eco del tono dorado de la obra de arte en la repisa de la chimenea, también).