Para los estudiantes con TDAH, los lockers metálicos bien organizados son la clave
Es muy fácil olvidar la importancia del casillero de un estudiante. Claro, es el lugar donde su hijo guarda sus “cosas”, pero los lockers metálicos deberían ser idealmente una base bien organizada de las operaciones del día escolar.
Sin embargo, a menudo se convierte en una zona de desastre. Cuando su hijo con trastorno por déficit de atención (TDAH) no puede encontrar sus cosas en su casillero, se presentará en clase sin un cuaderno o recurrirá a llevar todo en su mochila.
Cuando tenga que escarbar en el desorden para encontrar su equipo de hockey, llegará tarde al entrenamiento, a la clase o al autobús de vuelta a casa.
Armar un casillero es un gran paso hacia la organización en la escuela, particularmente para los estudiantes con TDAH.
La escuela media y secundaria puede ser abrumadora, con múltiples aulas, múltiples materias, múltiples profesores y todos los materiales que van con ellos. Además, nadie enseña el “Locker 101”.
Pero los lockers metálicos organizados pueden reducir el tiempo que se dedica a preocuparse por dónde están las cosas esenciales y permitir más tiempo para concentrarse en el trabajo.
Para ayudar a su hijo a funcionar mejor en la escuela, hágale las siguientes preguntas:
- ¿Dónde está ubicado su casillero?
- ¿Tienes tiempo para ir a tu casillero entre clases?
- ¿Qué guardas en tu casillero?
- ¿Qué necesitas en tu casillero (libros de texto, cuadernos, bolígrafos extra, equipo deportivo, instrumento musical)?
- ¿Qué accesorios de almacenamiento adicionales pueden ser útiles (un estante extra, un gancho, un tablero de mensajes)?
Usar las respuestas para determinar la configuración más lógica del locker. Su hijo puede organizarlo en la escuela, o llevar a casa el contenido de su casillero para clasificarlo con usted. Aquí hay un plan básico:
Deshágase de todo lo que no pertenece al casillero (basura o lo que no sea útil).
Haga que su hijo decida si sus libros deben ser agrupados para acomodar las clases de la mañana y de la tarde o si deben ser agrupados como libros de texto, cuadernos y libros de trabajo.
Asigne áreas específicas en el casillero a pertenencias específicas.
Adjunte un tablero de mensajes y el horario de clases de su hijo en el interior de la puerta del casillero. Instale un gancho para sujetar una bolsa de gimnasio.
Agregue estantes adicionales, si es necesario, para hacer el espacio más eficiente.
Decida sobre el mantenimiento. Esto puede ser un enderezamiento semanal o una purga semestral, dependiendo del estudiante.
Involucre a su hijo en la configuración de los armarios, para que se involucre más en el plan y tome decisiones que se ajusten a sus necesidades. Cuando las elecciones tengan sentido para él, se inclinará a seguir adelante.
Como con cualquier sistema de organización, el casillero es un trabajo en progreso. Las necesidades de su hijo pueden cambiar, y descubrirá que algunas cosas funcionan mejor que otras.
Asegúrele que así es como debe ser, y verifique con él periódicamente para ver cómo va el plan de los lockers metálicos. En momentos de mucha actividad o de estrés, las cosas pueden desbaratarse. Recuérdele a su hijo que la clave de la organización no está en evitar que se desmorone, sino en saber cómo reorganizarse cuando lo haga.